¿Conoces en quién has depositado tu confianza?

INTRODUCCIÓN 

Muchos decimos que conocemos a Jesús y que confiamos en Él. Sin embargo a la luz de las decisiones que tomamos, de nuestras actitudes y comportamientos, vemos que del dicho a hecho hay mas que un trecho. Vivimos una vida de derrotas, tristezas, lamentos y sueños inalcanzados, mientras nuestra Biblia dice que somos llamados a ser bendecidos, ser cabeza, a vivir en el gozo del Señor. ¿Conocemos realmente en quién hemos depositado nuestra confianza?

7 ASPECTOS DE CRISTO QUE NOS LLENAN DE SEGURIDAD I JUAN CAPITULO 2 

1. JESÚS, NUESTRO ABOGADO 

1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 

2. JESÚS, NOS LIMPIA DE NUESROS PECADOS 

2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

I Juan 1:7 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 

3. JESÚS, NUESTRA LUZ 

8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.

Lucas 1:79 79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz. 

4. JESÚS, DADOR DEL ESPÍRITU SANTO 

20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 

27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. 

Juan 14:26 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. 

5. JESÚS, EL HIJO DE DIOS 

23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. 

Juan 17:1-3 1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 

6. JESÚS, EL PROMETIDO 

25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna. 

Juan 14:1 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 

7. JESÚS, EL QUE HA DE VENIR 

28 Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. 

I Tesalonicenses 4:16-17 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 

CONCLUSIÓN

En cierta ocasión un intenso fuego arrasaba con un edificio de habitación. Un niño gritaba desde el segundo piso desesperado. Al reconocer la voz, el padre sale corriendo hacía el edificio lleno de llamas, él le gritaba a su hijo, diciendo que saltara al vació, que no se preocupara porque él lo recogería. El humo era tan espeso, las llamas crecían rápidamente y el niño no reconocía al papá por las inmensas tinieblas de esa fatídica noche. Pero reconociendo la voz de su papá, aunque no lo veía, el niño decide lanzarse al vacío, confiando en las palabras de su padre, para al fin caer a salvo en los fuertes brazos de su padre. 

¿Así es de fuerte tu confianza en Dios o prefieres tu tomar las decisiones en medio de tus problemas? Creerle a Dios implica tenerle confianza y dejar que Él actúe en tu vida. Sus pensamientos para tí y para solo son de bien y no de mal.