02 febrero 2011

Persevera en el plan

INTRO
Descríbanme en dos o tres palabras lo que significa la palabra “iglesia” para ustedes. ¿Cómo se desenvolvía originalmente la iglesia? ¿Cuál fue el plan por el que se constituyó la iglesia?

En la parte global y comunitaria:
En el Antiguo testamento
Edhad: (Hb) Congregación
Qahal: (Hb) Llamar

En el Nuevo testamento
Sunagogé - Assamblea
Ekklesia (Gr.) Asamblea de ciudadanos – Usada por Cristo en Mateo 16:18
Ekkaleo: (Gr.) Reunión en un lugar público
Koinonía (Gr.) unidad física y espiritual
Communio Sanctorum: (Lt.) comunión de los santos
Church: (En) Del griego Kuriake o kurios = Señor – esto indica casa del Señor o posesión del Señor.
Podríamos decir que la palabra iglesia podría definirse como: Un llamado a congregarse en la asamblea, en unidad física y espiritual, en comunión con los santos, en la casa del Señor.

En la parte personal:
Cada uno de nosotros constituye la iglesia del Señor. Esto implica que mas allá de las edificaciones humanas, tenemos el privilegio de ser templo y morada del Espíritu Santo.

1. El ministerio de la consolación
Los primero años de la iglesia cristiana era compuesta principalmente de judíos. Muchos de ellos, considerando que eran el pueblo escogido, seguían viendo a los gentiles como inmundos e inaceptables ante Dios.

Por ello, Dios levantó a un siervo con un ministerio muy particular…

Veamos lo que nos dice Hechos 11:22-23
22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.
23 Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor.

Muchas personas fueron tocadas por el Espíritu Santo e inician el proceso de la regeneración de buena manera y gran ánimo. Sin embargo, no permanecen. ¿Será porque ellos no eran llamados por Dios o predestinados para la salvación?

Lastimosamente la mayoría de esos casos pudieran evitarse, si hubiésemos permanecido en el ministerio de la consolación estimulado a esos nuevos creyentes a seguir adelante en la fe.

2. El ministerio del evangelismo
El creyente tiene la responsabilidad de evangelizar. ¿Pero en qué consiste realmente la evangelización?

La evangelización es compartir las buenas nuevas de salvación. No indica que necesariamente debe ser de una manera “x” o con método específico. Es simplemente aprovechar cada oportunidad de hablar de las maravillas de Dios y del cambio que produce en la vida de aquellos que reciben esas buenas nuevas.

¿Cómo podemos romper el hielo y abrir camino a una conversación sobre el evangelio?

Veamos lo que nos enseña Hechos 11:24
Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.

¿Cómo puede nuestro testimonio ser promotor de nuestra fe?
Cuando tus palabras pueden ser respaldadas por la vida que llevas, la gente responderá positivamente a tu mensaje. Si vives una vida de derrota, difícilmente podrás presentar a un Dios victorioso. Si a primera vista no se puede marcar una diferencia entre ti y el mundo, no puedes compartir sobre el Dios que cambia y renueva. Nuestros hechos deben ser el reflejo de nuestra fe.

3. El ministerio del discipulado
Ahora bien, después que las personas son alcanzadas por la palabra de Dios y sus vidas inician el camino estrecho, debemos darles un seguimiento. Por ello, es importante que instruyamos por medio de la palabra y ser ayos de los que comienzan.

Bernabé entendió perfectamente eso, por eso vemos en Hechos 11:25-26,
25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.
26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

El discipular es llevar al nuevo creyente a seguir los pasos de Cristo. Para ello, debemos ayudarlos a sentir, a pensar y a conducirse como Jesús sentía, pensaba y se conducía aquí en la tierra. Todo buen discípulo refleja la enseñanza de su maestro.

4. El ministerio de las misiones
Hechos 11:27-30 – ¿Qué resultado hay en una congregación que cumple con los primeros pasos del plan para la iglesia?
27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.
28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea;
30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.

La iglesia se mueve con la misma compasión y mente de Cristo que no se aferró a su posición sino que viendo la necesidad que tenía la humanidad se despojó de todo para venir a socorrernos. Esa es la misma esencia de las misiones y el apostolado. Debemos estar atentos a la necesidad que nos rodea y buscar cómo podemos ayudar para que aquellos enviados por Dios puedan seguir la labor o sino implicarnos para nosotros mismos ir al campo misionero y echar manos a la obra.

CONCLUSIÓN
La consolación, el evangelismo, el discipulado y las misiones son aspectos fundamentales de la vida de la iglesia. Cada una de estas actividades es una expresión de adoración a Dios por medio del amor y consagración a Dios y a nuestros semejantes, lo que es el corazón del evangelio: Ama a Dios por sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo.

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