La persona para recibir la vida eterna necesita:
(1) Reconocer que es pecador y está bajo la condenación del juicio divino.(2) Reconocer que solo la gracia de Dios en Cristo Jesús le puede traer salvación de esa condenación.(3) Por lo tanto, confesar con su boca que Jesús es el Señor y que debe arrepentirse de sus pecados de todo su corazón rechazando todo aquello que le separa de Dios y(4) Tornarse a Dios en FE por medio de Cristo para ser refugiados e identificado con Cristo, reconociendo que Cristo y solamente Cristo puede salvarles de condenación Cuando la persona pasa por esta experiencia, entonces también debe ser bautizada con agua indicando que necesita ser limpiado. Normalmente cuando esto ocurría en los tiempos bíblicos la gente era bautizada "confesando sus pecados" (Mateo 3:6) y(5) Vivir una vida santa “digna de arrepentimiento” dando frutos verdaderos.
La Biblia dice que "con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación" (Rom. 10:10) esto no es una confesión de un momento dado en dos segundos sino una confesión 'continuamente' en la vida.
Romanos 10:11-13 (ver Hechos 2:21) Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia de Judío y de Griego: porque el mismo que es Señor de todos, rico es para con todos los que le invocan: Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
LA IMPORTANCIA DE LA CONFESIÓN PARA SALVACIÓN
Esta confesión es producto de una fe genuina en Cristo reconociéndole como Único y suficiente Salvador capaz de perdonar nuestros pecados y es la confesión que toda persona debe hacer para ser salvada eternamente y justificada ante Dios; para ser recibido a la familia de Dios como hijo. Cuando la persona se arrepiente de su pecado y recibe a Cristo como su Señor y Salvador la persona se convierte en hijo/a de Dios. El Espiritu Santo hace su morada dentro de él o ella le ayuda en su vida de cristiano.
Juan 1:12 Mas á todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
La condición de hijo/a del creyente le asegura un lugar especial en su relación con Dios y en cuanto a su herencia futura…
Romanos 8:16-18 Porque el mismo Espíritu da testimonio á nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos de Cristo; si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.
El ser hijo de Dios es estar en la familia de Dios, en este estado el creyente esta "en Cristo Jesús" a lo que la Biblia dice que no tiene condenación….
Romanos 8:1 AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús
La Salvación es por Gracia de Dios a sus escogidos pero estos deben de recibirla por medio de la fe en Cristo. Cuando una persona reconoce que es un pecador sin Dios y sin esperanza en el mundo, debe de confesar sus pecados a Dios para recibir la salvación que El le ofrece.
Romanos 10:8-10 Más ¿qué dice? Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe, la cual predicamos: Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia; más con la boca se hace confesión para salvación.
1 Juan 1:9-10 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad. Si dijéremos que no hemos pecado, lo hacemos á él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Solamente después de haber arreglado nuestras cuentas con nuestro prójimo, lo que incluye no solo las faltas cometidas hacia ellos sino también el perdonar las faltas de ellos hacia nosotros, y después de haber confesado a Dios nuestros pecados, entonces podemos orar el Padre nuestro…
Mateo 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros deudores.
Debemos de procurar cada día ser más parecidos al nuestro Dios y Padre. Debemos de ser santos porque él es Santo. Dios quiere un pueblo celoso de buenas obras que no cesa de hacer el bien a otros perdonando y no ofendiendo a su prójimo.
Romanos 6:9-11 Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere: la muerte no se enseñoreará más de él. Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir, á Dios vive. Así también vosotros, pensad que de cierto estáis muertos al pecado, más vivos á Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.
Mientras crecemos (y es necesario crecer) veremos que nuestra lista de pecados se hará cada vez más corta. Debemos poder vivir en santidad ante Dios y aunque quizás nunca lleguemos a estar completamente sin pecado, este debe estar tan "muerto" en nuestra vida que no se note, sino que la santidad de Dios resplandezca en nuestras vidas.
EL PROCESO
Llamamiento
(Proceso por el cual Dios llama)
- Llamamiento Externo - Hecho por el que Predica el Evangelio o Invita al arrepentimiento (Marcos 16:15, 16)
- Llamamiento Interno - Obrado por el Espíritu Santo convence de pecado, produce fe y arrepentimiento (Del Griego [metanoia] que significa "cambio de mente"), va con la fe. "Antes no creías y ahora crees". El que oye y responde al llamado "creyendo", recibe salvación... (Mateo 20:16)
Al momento de la Salvación
- Regeneración - Los que nacen de nuevo creen en Cristo. Esto es regeneración. Dios nos restaura a una relación recta con sí mismo. El Nuevo nacimiento es obra del Espíritu Santo el cual pasa a hacer morada dentro del nuevo creyente. (Juan 3:3; Tito 3:4-6)
- Conversión - Es un cambio radical que ocurre con el conocimiento de la persona. El pecador conscientemente abandona su vida pecaminosa, volviéndose a una vida en comunión con Dios. Es producto del Arrepentimiento (cambio de mente). (2 Corintios 7:9,10). La Conversión ocurre una sola vez y para siempre.
- Justificación - Es la declaración legal de parte de Dios de que ya somos perdonados por la sangre de Cristo. Es un acto de Dios hecho una vez y para siempre que libera al pecador de su culpa pasada y pena de pecado y es declarado santo (separado) para Dios. (Romanos 5:1; 8:1, 33, 34)
- Adopción - En este proceso de vemos un cambio en nuestra relación con Dios. Antes, éramos enemigos de Dios, en guerra contra El. Ahora, estamos en una relación de amor y amistad. Somos hijos adoptivos de Dios. (Juan 1 :11-12; Efesios 1:4, 5)
- Sello - El nuevo creyente es sellado por medio del Espiritu Santo y unido por Cristo como miembro de su cuerpo, la Iglesia. (Efesios 1:13-14; 4:30)
Desde la Salvación (Producto de la regeneración)
- Santificación - Es el proceso por el cual nos mejoramos, purificamos hasta que el creyente es glorificado. Desde el momento de la salvación todo creyente queda capacitado por el Espíritu Santo para toda buena obra. El Espíritu Santo toma parte directa en la santificación de los creyentes a medida que estos se someten a su dominio y dirección.(Efesios 1:4; 4:22-32; I Tesalonicenses 4:7; I Pedro 1:15,16)
Buena reflexión!
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